Snow Fairy, el olor de la Navidad

Igual que el verano huele a coco, melocotón y crema solar, la navidad de cualquier beautyadicta que se precie empieza cuando Snow Fairy llega a las tiendas de Lush con su aroma dulzón e irresistible que debe a una combinación de algodón de azúcar, caramelo, cereza, vainilla y pera.

Basta con pasar por delante de una de sus tiendas para sentirse atraído por ese olor inconfundible, de verdad que es como un canto de sirena que te lleva directamente a entrar y decir qué es eso que huelo, lo quiero, es más, lo necesito para vivir. 

Y eso sólo ocurre una vez al año, porque Snow Fairy sólo vuelve a los estantes de Lush por Navidad y a primeros de enero cada vez es más complicado hacerse con algo de esta gama. Así que si te has dormido en los laureles y los Reyes Magos no te dejan un botecito de este elixir corporal, corre a buscarlo antes de que sea demasiado tarde. 

Un poco de historia

Quién le iba a decir a Claire Constantine, la hija de los fundadores de Lush y actual directora global de retail de la firma, que su deseo infantil de crear un gel de ducha rosa que oliera a su perfume favorito, que recordaba al algodón de azúcar, se iba a materializar en un producto icónico que sigue siendo un bestseller masa de 15 años después.

Hoy en día, más allá del gel de ducha, existe una línea compuesta por un sinfín de productos que hacen las delicias de los fans de Snow Fairy, entre los que me incluyo. Bombas de baño, burbujas, mascarilla de labios, jabón, gelatina, una vela increíble... Y el spray corporal, of course. De esta maravilla os hablo a continuación. Nótese, por cierto, la foto que le hice en su día en el Spa de Lush en Madrid, otra de mis recomendaciones habituales para vivir una experiencia beauty sin igual. 

Este botecito diseñado para rociarse a placer es un must para cualquier adicto a Snow Fairy. Es perfecto para prolongar el olor que deja el gel en la piel y que impregna el baño y hasta la casa entera. Según Fragrantica, una de mis páginas de referencia, contiene notas de algodón de azúcar, caramelo, cereza, vainilla y pera. 

Además, entre los ingredientes que se pueden ver en la web, contiene aceite de lima persa, que quizá le aporta un toque cítrico, pero lo que es indudable es que se trata de un spray corporal para golosos y amantes de las fragancias gourmand.

¿Alguien más no puede pasar una Navidad sin hacerse al manos con un botecito de Snow Fairy? ¡Contadme! Aprovecho para enviaros toda mi energía para que este 2024 que acabamos de inaugurar sea un año increíble para todos y el definitivo para dejar atrás una época muy difícil sin olvidar cómo salimos de ella y el aprendizaje que supuso. ¿Os acordáis de aquello de "saldremos mejores"? Ojalá fuera cierto.

¡¡FELIZ 2024!!