Igual que adaptamos nuestras costumbres o nuestra forma de vestir, la piel también necesita cuidados diferentes en verano. Si queremos lucir una piel radiante en las próximas vacaciones, este es el momento perfecto para empezar a preparar nuestro rostro para la estación estival.
Hidratación intensa
El verano causa estragos en nuestra piel, el sol, el agua del mar o el cloro de las piscinas tienden a resecarla y la mejor estrategia es anticiparnos con un extra de hidratación. Aprovecha para utilizar mascarillas hidratantes, algunas de mis favoritas son las que se aplican por la noche y no es necesario retirar. Busca entre los ingredientes ácido hialurónico o vitamina C para potenciar la luminosidad.
Opta por texturas más frescas en forma de gel o brumas hidratantes que se pueden reaplicar con facilidad y son fantásticas para evitar la deshidratación a lo largo del día, incluso cuando pasas muchas horas delante del ordenador. Yo siempre procuro tener una a mano. Ahora mismo he empezado a utilizar varios productos de la nueva gama de Weleda con extracto de cactus, que me parecen perfectos para el verano y de los que os hablaré en breve en otro post. Es una opción excelente si buscáis productos cosméticos ecológicos y efectivos.
La Exfoliación
Exfoliar la piel no sólo nos permite eliminar las células muertas y renueva la piel, sino que favorece que los tratamientos que apliquemos después se absorban mejor y también nos ayuda a conseguir un bronceado más bonito y uniforme. Si optamos por utilizar autobronceadores, también es conveniente exfoliar primero la piel para que nos quede un tono homogéneo.
Si tienes la piel sensible, elige exfoliantes suaves, si tienen microgránulos, que sean muy finitos y procedentes de ingredientes naturales como puede ser la pepita de uva o el hueso molido del albaricoque. Hazlo al menos una vez a la semana.
No descuidar la limpieza de la piel
Es verdad que soy un poco pesada y siempre insisto muchísimo en este punto, pero es que la limpieza es la base del cuidado de la piel. No dejes que te venza la pereza y limpia tu piel dos veces al día, por la mañana al levantarte y por la noche antes de irte a dormir.
Si te has maquillado, te recomiendo la doble limpieza, primero con un aceite y después con una limpiadora al agua. Con la piel ya limpia, un paso imprescindible es el tónico facial. Además de refrescar y tonificar la piel, el tónico nos ayuda a mantener el equilibrio hidrolipídico de la piel y la deja lista para recibir los productos que apliquemos a continuación, como el sérum o la hidratante.
Protección solar todo el año
Este es otro de mis mantras, no salir de casa sin aplicar SPF durante todo el año, pues es el mejor tratamiento antimanchas que podemos darle a nuestra piel. El protector debe ser el último paso de nuestra rutina de día, después de los tratamientos y antes del maquillaje, en caso de que vayamos a maquillarnos.
No te olvides del resto del cuerpo
Más allá de la operación bikini, que la mayoría empezamos demasiado tarde (y hablo por mi), la piel de nuestro cuerpo también merece unos mimos extra para llegar al verano en perfecto estado. Igual que para el rostro, existen muchos tratamientos para tu cuerpo que te ayudarán con la puesta a punto.
Los anticelulíticos y reductores no hacen milagros, pero combinados con una alimentación equilibrada, son fantásticos sobre todo para mejorar la textura de la piel. En el blog os he hablado también de algunos tratamientos corporales de cabina perfectos para eliminar grasa localizada y celulitis.
¿Ya os estáis preparando para disfrutar a tope del verano? ¿Preparáis vuestra piel para esta estación?
¡¡FELIZ DÍA!!
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