Mi experiencia con Master Sculpt de Maybelline y el contouring

Hace unas semanas os hablaba de la técnica del contouring que tan de moda está y os prometí que os contaría mi experiencia con la nueva Master Sculpt Contouring Palette de Maybelline. Contornear el rostro es un arte y dominarlo no es tan sencillo como parece, pero con un poco de práctica se pueden conseguir muy buenos resultados.

No soy partidaria del contorneado extremo pero con algunos toques sutiles podemos disimular aquellas partes de nuestro rostro que nos hacen sentir más inseguras como afinar una nariz, corregir un rostro demasiado anguloso, así como realzar aquellos rasgos que nos gustan más de nuestra fisonomía. 

Master Sculpt de Maybelline surge con la intención de simplificar esa tarea a nivel usuario. Se trata de un producto en polvo que en un solo estuche contiene un tono marrón oscuro y mate para definir y uno beige clarito y ligeramente perlado, pero muy sutil, para utilizar a modo de iluminador.

Me gusta que el tono oscuro no contenga ningún brillo porque el resultado que se consigue es mucho más natural. La textura de ambos es bastante sedosa y se difuminan muy bien.

El estuche es de plástico y resulta muy práctico porque incorpora un espejo de buen tamaño y una brochita que tiene la forma perfecta para aplicar el polvo oscuro y definir los contornos, si bien tengo que decir que las cerdas son bastante ásperas. Me parece últil para llevarlo en el bolso pero prefiero utilizar otra brocha,

Mi forma favorita de aplicarlo es con una brocha tupida y con forma biselada el tono oscuro y con una brocha pequeña de colorete el iluminador. Para difuminar los cortes entre ambos tonos me gusta utilizar la esponjita BeautyBlender ligeramente humedecida.

Se presenta en dos tonos: 01 Light Medium y 02 Medium Dark. Como soy bastante blanquita, mi primer impulso fue probar el más claro, 01 Light Medium, pero quedaba tan sutil que apenas se notaba en mi piel, así que a no ser que seáis Casper, os recomiendo probar antes el oscuro porque quizá os sorprenda. 

Lo que me ha llamado la atención es que el tono clarito tiene un subtono más cálido que el oscuro, que es de una tonalidad más bien fría o neutra y me parece más versátil, ya que al ser modulable se puede adaptar a diferentes tonos de piel sin resultar exagerado. 

Yo suelo aplicar el tono oscuro bajo el hueso de los pómulos y un poco en las sienes para esculpir y afinar el rostro, mientras que el iluminador lo aplico en la parte alta de los pómulos, barbilla, centro de la frente y tabique nasal.

En la web de Maybelline podéis encontrar un montón de información sobre como esculpir el rostro según su forma: cuadrado, redondo, alargado... así como diferentes trucos según el resultado que queramos conseguir: afinar la nariz, estilizar el cuello, marcar pómulos o adelgazar el rostro ópticamente.

También podéis ver varios vídeos con demostraciones prácticas. A mi me encantan los de Gato, maquillador oficial de la firma, como este que os muestro:


Como conclusión final, me parece un producto cómodo y económico. No consigue nada que no se pueda lograr con un polvo bronceador y un iluminador pero, a parte de lo práctico que resulta tener ambos en un mismo estuche, a menudo estos productos tienen brillos o destellos que le restan naturalidad al resultado y los específicos para contornear suelen ser más caros o difíciles de trabajar.

Por menos de 9 euros, tenemos un producto perfecto para iniciarse en la técnica del contorneado sin dejarse el sueldo en ello.

¿Habéis probado ya Master Sculpt de Maybelline? ¿Cómo lo aplicáis? ¿Qué os parece la técnica del contouring? Podéis cotillear más opiniones y compartir las vuestras en las redes sociales con el hahstag #practicaelcontouring

¡¡PASAD UN DÍA ESTUPENDO!!