Un mes a dieta, 7 kilos menos. Mi 'Operación Bikini', viento en popa

Este primer mes a dieta se me ha pasado volando, eso es buena señal. Y no es lo habitual, lo sé. Una especialista en estar a régimen -y saltárselo- como la que firma está acostumbrada a contar los días, los kilos que quedan por bajar, pesarse compulsivamente para ver si ha bajado unos gramitos en las últimas horas y, por supuesto, tentada de pecar no pocas veces a lo largo del día -y sucumbiendo en alguna de ellas-.


Pero esta vez no está siendo así y he de reconocer que estoy sorprendidísima de mí misma. No pensé que me costaría tan poco cumplir una dieta a rajatabla y sin plantearme tirar la toalla ni una sola vez. Ya os hablé de la dieta proteinada que estoy siguiendo en Hedonai de Serrano (Madrid) en una entrada anterior, sus características e información general. Hoy quiero contaros los detalles y cómo estoy viviendo yo el tratamiento.

La dieta maleta
Tras hablar con los especialistas y que me recomendaran una dieta proteinada de tres meses, recibí cómodamente en mi casa las tres maletas que necesitaría para seguir todo el tratamiento. En la primera de ellas encontré 5 cajas perfectamente diferenciadas en las que se puede leer "Es hora de desayunar"; "Es hora de un tentempié"; "Es hora de comer"; "Es hora de merendar" y "Es hora de cenar". Como veis, corresponden con las cinco comidas que siempre nos recomiendan los médicos para una dieta sana. Además, dos cocteleras para preparar el contenido de los sobres y los suplementos de vitaminas y minerales necesarios, junto con un libro con consejos, sugerencias y recetas.

La fase 1 o Activa

Durante esta primera fase, todas las comidas llevan incluido un sobre de algún preparado proteinado. Para que os hagáis una idea, os cuento cuál es el plan alimenticio de esta etapa que yo seguí durante unos 20 días (esto depende de la persona, ya que el tratamiento es totalmente personalizado).

• Desayuno: Un sobre Lignaform (si no habéis leído la entrada anterior, es la marca de los preparados) que puede ser una bebida con sabor a café, capuchino o mis favoritos, cacao y chocolate. Son los sobres que más me gustan y los preparo, tal y como pone en las instrucciones, en una coctelera con agua fría. Después los caliento en el microondas y así no echo de menos un café o Cola Cao calentito. También puedo tomar un té o infusión no afrutada o un café solo (¡odio el café solo!).

• Media mañana: Un sobre Lignaform que puede ser una bebida con sabor a naranja, a naranja-piña o a té de melocotón. Sinceramente, son los que más detesto porque al prepararlos en la coctelera hacen muchísima espuma, quedan grumos... y la cosa no mejora si intento disolverlos revolviendo con una cuchara. No tienen nada que ver con los del desayuno. De sabor, me quedo con el de piña-naranja, aunque todos saben un poco a Frenadol.

• Comida: Verduras autorizadas y un sobre Lignaform. Tengo un listado de verduras que al principio siempre llevaba encima y ahora ya me sé de memoria. En realidad son dos listados. En la lista 1 se encuentran todas las verduras que puedo comer sin restricciones, pero con cabeza, es decir, como dice Laura, mi dietista, si queremos acostumbrarnos a comer de forma ordenada y adquirir unos hábitos alimenticios adecuados, no podemos acostumbrarnos a comer dos platos de lo que sea, aunque sea de verduras. Estas son: espárragos, berenjenas, acelgas, brócoli, apio, champiñones, setas, coliflor, berros, pepino, pepinillo, endivias, espinacas, hinojo, hojas de verdolaga, brotes de soja, calabacines, pimientos verdes, rábanos y lechugas. En la lista 2, las que puedo consumir con moderación: alcachofas, lombarda, coles de bruselas, calabaza, judías verdes, nabos, puerros, pimientos rojos y tomates. 

• Merienda: Una barrita Lignaform. Todo el mundo dice que están buenísimas y la verdad es que tienen una pinta más que apetitosa con su cobertura de chocolate y todo, pero lo cierto es que me cuesta bastante comerlas, así que lo que hago habitualmente es comerme sólo la mitad (a no ser que tenga mucho hambre) junto con una infusión. Tengo barritas de chocolate, toffee y chocolate naranja, quizá las últimas son las que están más buenas.

• Cena: Igual que en la comida, verduras autorizadas y un sobre Lignaform. Sólo puedo emplear una cucharada sopera de aceite en la comida y otra en la cena, sal y pimienta, una cucharada de vinagre o una cucharadita de mostaza fuerte (de Dijon) como aliño. Las especias o hierbas aromáticas no sólo están autorizadas sin límite de cantidad, sino que es muy recomendable añadirlas a los platos para que les den sabor y procuremos no aburrirnos. Eso sí, el ajo y la cebolla sólo se pueden consumir en polvo o deshidratados.

¿En qué consisten las comidas principales?

En cuanto a los sobres Lignaform para comida y cena, son intercambiables, de hecho, yo los combino de acuerdo a lo que me apetece cada día. Por ejemplo, tengo sobres de tortilla de jamón o de champiñones con los que puedo preparar un revuelto añadiéndole setas, calabacín en trocitos o berenjena, espárragos trigueros... O sobres de crêpe de jamón que están buenos rellenos de espinacas. Cuando tengo más prisa, puedo preparar un poco de brócoli o coliflor con aceite y vinagre y complementarlo con un consomé de pollo o una crema de verduras. Y si me pica el gusanillo del dulce, me preparo unas verduras a la plancha, una ensalada con lechuga, tomate y pepino, y de postre me tomo uno de los sobres de crema de chocolate, crema catalana o mousse de chocolate.

Particularmente, creo que los dulces son los que están mejor conseguidos, y eso que al principio no me hacían demasiada gracia porque echaba más de menos otras comidas saladas. En esos momentos en los que te apetecería tomarte un helado o estás preparando la cena y en la tele no dejan de preguntarte constantemente si eres de Donuts con azúcar o Donuts bombón, se agradece poder recurrir a unas natillas de chocolate y que encima estén buenas. El que me supieran buenas fue algo progresivo, creo que el paladar debe pasar una fase de adaptación a los nuevos sabores, porque al principio todo me sabía mucho peor.

Seguimiento semanal

Durante esta primera fase estuve yendo cada semana a una revisión en la clínica en la que, aparte de tener interesantes conversaciones con Laura, que me da sabios consejos, responde a todas mis dudas y trata de inculcarme esos hábitos alimenticios saludables para continuar con una vida sana cuando acabe la dieta, me pesan, me hacen una prueba de orina para comprobar si estoy en cetosis y cada 15 días me toman las medidas.

De esta forma controlan la pérdida de volumen y también me miden otros parámetros como el volumen de grasa corporal, grasa visceral (la que se sitúa alrededor de las vísceras, como su nombre indica, en la parte del estómago), la hidratación, masa muscular y masa ósea, así como recalcular el índice de masa corporal. Así, según voy bajando peso, veo cómo esto se va traduciendo en un cuerpo más sano, pues hasta el momento, todos esos valores han sido muy positivos para mi.

Animada y motivada

Comprenderéis que haber perdido siete kilos en un mes y ver cómo toda la ropa me queda floja, los pantalones se me caen y tengo que ir sacando de mi armario aquellas prendas relegadas al olvido porque ya no me entraban y algunas me quedan incluso un poco grandes, no sólo me anima, sino que me empuja a seguir con más ilusión, si cabe. En esto pienso todos los días mientras camino a buen paso durante unos 45 minutos - 1 hora. También procuro beber al menos un litro y medio de agua.

No paso hambre, no tengo mal humor, o cuando lo tengo no tiene nada que ver con la dieta :-), me siento más ligera, más vital, con ganas de hacer cosas... Los últimos días del mes pasé a la fase 2, lo que me permite poder comerme un filete, una pechuga de pollo, pescado, huevos o jamón serrano. Y con ello he recuperado un poco la vida social. Pero si algo me da la vida, y os vais a reír, es esa Coca Cola Zero diaria que puedo tomar y que suelo reservar para reuniones con amigos. 

Si alguien me pregunta si vale la pena el esfuerzo, desde luego, lo vale. En el próximo post os contaré en qué consiste la Fase 2 del tratamiento, pero os adelanto que sigo perdiendo peso, incluso con una boda de por medio. Os contaré cómo me resistí a los canapés, la tarta nupcial y un pastel llamado "trilogía de chocolate". Creo que después de esto, podré conseguir lo que me proponga... Como siempre, podéis hacerme cualquier pregunta o escribirme directamente un mail, que yo os contestaré encantada.

¡FELIZ JUEVES!