Shellac, la manicura (casi) eterna

Sé que muchas habréis oído rumores por la blogosfera, por Facebook e incluso por twitter... Se comenta que una blogger lleva dos meses sin hacerse la manicura... Pues sí, ¡Soy yo! Y todo gracias a la magia de Shellac, de Creative Nail Design (CND). He de deciros que escribo esta entrada justo después de quitarme el esmalte. Llevaba tanto tiempo sin verme mis uñas al natural, que se me hace hasta raro, pero no quería hablar de este tratamiento hasta saber cómo resultaba el proceso de eliminarlo, que ha sido mucho más fácil de lo que esperaba.

El pasado 1 de diciembre de 2010, tuve la posibilidad de conocer esta nueva manicura de alta tecnicidad, junto a otras bloggers y muchas de las invitadas a la Beauty Party, organizada por Inma, de Beautyvictim, que hicieron colas interminables para probarla. Prometen 14 días de uñas perfectas y no mienten. La he llevado por dos meses y os diré que el primer mes estuvo prácticamente intacta, sólo se notaba un poquito el crecimiento natural de la uña. Tras algo más de un mes, las uñas habían crecido tanto que tuve que cortarlas. Pero incluso después de cortarlas y limarlas, seguían impecables. Aquí podéis ver cómo estaban casi después de un mes, justo antes de que me las cortara:


La mayoría elegimos este tono rojo Valentino tan bonito. Qué pena que no se aprecie bien el brillo, ¡era espectacular! Sólo tuve un pequeño incidente en la uña del pulgar, por bruta, que disimulé con un poco de esmalte de un color muy similar y apenas se aprecia.


Y aquí tenéis de nuevo mis uñas dos semanas más tarde, después de haberlas cortado y limado. Evidentemente, se nota bastante el crecimiento natural de la uña, pero el esmalte y el brillo continúan impecables.

¿Cómo es posible?

• Porque la base que se utiliza antes del esmalte adhiere el color a la uña gracias a polímeros de liberación rápida.



• Porque la capa superior (top coat) sella el esmalte, le aporta resistencia y brillo espejo durante 14 días (o más).

¿Por qué me gusta?

• Porque no es agresivo con la uña, no contiene ni formaldehído, ni tolueno y DPB (dibutil ftalatos). Su olor es menos fuerte que el de los esmaltes tradicionales y desaparece completamente cuando se seca.



• Su aplicación no difiere de la de un esmalte normal. La única diferencia es que, tras cada paso, es preciso secar cada capa con la luz de una lámpara ultravioleta. (10 segundos tras el paso 1; 2 minutos tras el paso 2 y 3 minutos después del paso 3). Si no se empleara esta luz, los esmaltes podrían permanecer frescos durante un día entero. De esta forma, se acelera el proceso de secado. Aquí podéis verlo mejor:

• Este proceso procura un secado inmediato. Resulta increíble, pero una vez seco, no tienes que esperar ni un segundo para meter la mano en la cartera o atusarte la melena. En apenas media hora, tendrás uñas perfectas para salir corriendo.



• El acabado es súper brillante y este brillo no desaparece. Incluso puedes aplicar otro esmalte normal encima del Shellac y después retirarlo con quitaesmalte SIN ACETONA. Es increíble, pero cuando lo retiras, ahí siguen tus uñas, impecables y con todo su brillo.



• De este modo, puedes hacerte la manicura francesa con Shellac y pintártelas de otro color para una ocasión especial. Cuando retires el esmalte, tu manicura francesa seguirá intacta.



• Además, se elimina fácilmente con acetona pura y sin necesidad de limar la superficie de la uña, como ocurre con el gel.

Yo lo hice en casa, envolviendo la uña con un algodón empapado en acetona normal y no tuve ningún problema para retirarlo. Aún así, os aconsejo que acudáis a un centro especializado. Por lo menos la primera vez, para ver cómo lo hacen. Desde luego, ¡nada de arrancar el esmalte! Se adhiere mucho a la uña y podría dañarse.

• Además, los colores son preciosos y pueden mezclarse entre ellos para conseguir más tonos, aunque la colección de 12 colores pronto se ampliará. ¿Cuál es vuestro favorito?

• Su precio me parece muy competitivo, puesto que, dependiendo del sitio, oscila entre los 25-35 euros, que no es más de lo que suele costar una manicura tradicional, pero su duración es mucho mayor



• Y por último, os cuento un descubrimiento que hice gracias a esta sesión de manicura. Se trata del Solar Oil de CND. Un aceite para uñas y cutículas que me he aplicado religiosamente todas las noches alrededor de la uña. De esta forma, estás nutriendo la uña desde la base. Por eso no importa los días que lleves las uñas pintadas, ya que éstas se "alimentan" a través de la cutícula. La prueba es que al retirar el esmalte, después de dos meses, mis uñas estaban perfectas.
  
  Creo que cuando termine las muestras que nos dieron, me haré con un botecito, pues he incorporado esta rutina y sigo haciéndolo cada noche, a pesar de no llevar ya el Shellac. Eso sí, será dentro de bastante tiempo, porque cunde una barbaridad.

¿Alguna de vosotras lo ha probado? (Aparte de las que asistieron a la Beauty Party) ¿Os animaríais a hacerlo? Por si acaso, os dejo el enlace al buscador de salones en los que puedes hacerte la manicura con Shellac, que cada vez son más. ¡Gracias por leer y comentar! ¡Que tengáis un soleado, aunque frío día!