Los potingues, un vicio confesable...

La afición por el maquillaje y la cosmética en general me viene desde pequeñita. Uno de los primeros juguetes que recuerdo fue la famosa "Señorita pepis", a la que pintaba como una puerta, y el salón de belleza de Barbie. Más tarde llegarían las paletas de sombras y brillos de labios de Chabel y claro, las pinturas de mi madre...

Soy asidua lectora de muchos blogs de belleza y siempre me ha parecido de una generosidad tremenda que las chicas compartan sus conocimientos de forma desinteresada, así que he decidido comenzar el mío para aportar un punto de vista más. Hoy en día, las marcas tienen campañas de publicidad muy agresivas que consiguen realmente crearte la necesidad de un producto o, cuanto menos, el deseo de tenerlo. Por eso, antes de dejarme llevar por el marketing, siempre consulto algunos blogs que me inspiran confianza y su opinión me sirve para tomar una decisión y no acabar con un arsenal de potingues que no uso (aunque confieso que a veces he pecado, ¿quién no?).

Esta claro que cada persona es diferente y lo que a uno le funciona, a otro puede no servirle en absoluto. Mis opiniones estarán basadas en mi experiencia y agradeceré otros puntos de vista al respecto. No recomendaré nada que a mi no me guste o no haya probado y os contaré cuáles son mis truquillos para que mi aficción no me arruine. Por supuesto, estoy abierta a todo tipo de sugerencias. Bienvenida a mi blog y gracias por tu tiempo :-)