jueves, 16 de enero de 2025

Mi diagnóstico de alopecia: cómo lo descubrí y los resultados después de tres meses de tratamiento

Hace unos meses decidí dar el paso y acudir al Instituto Médico Ricart (IMR) porque tenía una sospecha que me rondaba la cabeza (y nunca mejor dicho): podía estar desarrollando algún tipo de alopecia. La verdad es que debería haber ido antes, en primer lugar cuando empecé a notar que perdía densidad en las cejas y después, cuando me di cuenta de que se estaba retrayendo mi línea de crecimiento. He de decir a mi favor que cuando te ves a diario, es difícil darte cuenta de estos detalles, así que tuve que contrastar fotos de hace un par de años y ahora para confirmarlo y nunca es tarde para buscar respuestas.

La primera visita: diagnóstico y exploración inicial

Desde el primer momento, la doctora Raquel Cabana me hizo sentir en buenas manos. Su trato fue amable y profesional, y tras una primera exploración, confirmó lo que yo temía: tenía alopecia frontal fibrosante. Me explicó con mucha claridad que este tipo de alopecia, aunque no se puede revertir, sí se puede frenar con el tratamiento adecuado. Un detalle que me tranquilizó fue saber que el resto de mi cabello tenía buena densidad, y el problema se limitaba a la zona frontal.

La tricoscopia: la clave de un diagnóstico preciso

El siguiente paso fue una tricoscopia digitalizada (Trichoscan), una técnica que me pareció fascinante. Me hicieron fotos del cuero cabelludo desde diferentes ángulos y, gracias a esta tecnología avanzada, la doctora pudo analizar en profundidad mi situación. Este procedimiento no solo permitió confirmar el diagnóstico, sino también evaluar el estado general de mi cabello, desde la densidad hasta el grosor de los tallos pilosos​.

La tricoscopia digital no sólo es muy útil para identificar problemas como la alopecia androgenética o la frontal fibrosante, como es mi caso, sino también para monitorizar la eficacia de los tratamientos.

¿Qué es la alopecia frontal fibrosante?

Se trata de una forma de alopecia cicatricial que afecta principalmente la línea frontal y las sienes, haciendo que el cabello retroceda progresivamente. Lo curioso de esta condición es que además de afectar al cuero cabelludo, también se hace visible a través de otros síntomas como la pérdida de vello en las cejas y otras áreas del cuerpo. Además, en la zona afectada pueden aparecer signos como enrojecimiento o descamación.

Aunque no se sabe exactamente qué la causa, se sospecha que hay una mezcla de factores hormonales, genéticos e incluso autoinmunes detrás de su aparición. Lo más importante es diagnosticarla pronto, porque aunque no se puede revertir, los tratamientos disponibles pueden frenar su progresión.

Precisamente, hablar con la doctora Cabana me ayudó a conectar algunos síntomas que yo no asociaba con esta patología y que resulta que están relacionados con ella. Por ejemplo, pequeñas pápulas en la frente o en las sienes que yo atribuía a dermatitis o algún brote de tipo acneico, así como la pérdida de densidad en las cejas y la aparición de léntigos solares. Si es que el cuerpo nos envía señales, pero a veces no las sabemos interpretar y no le hacemos caso.

El tratamiento y resultados

Tras todo este proceso, la doctora me prescribió un tratamiento personalizado que incluye una loción para la línea de crecimiento del cabello, una crema para las cejas y una medicación específica (dutasterida). Ahora, después de tres meses de seguir esta rutina, ya empiezo a notar cambios: pequeños pelitos están reapareciendo en mis cejas y en la línea frontal del cabello. Aunque sé que no puedo revertir la alopecia, ver estos resultados me motiva a ser constante con la rutina pautada.

Mi experiencia me ha hecho reflexionar sobre lo esencial que es acudir a un especialista a tiempo. En IMR, no sólo cuentan con herramientas como la tricoscopia digitalizada, sino también con tratamientos avanzados como la mesoterapia capilar o el plasma rico en plaquetas, para abordar diferentes tipos de alopecia. Podéis consultar todos los servicios, las ubicaciones de las clínicas e incluso las tarifas en la web de IMR.

Si alguna quiere compartir su caso, dejadme un comentario ;-) Y si después de leer este post sospechas que tienes algo parecido, que sepas que tiene remedio. Eso sí, no hagas como yo y acude lo antes posible a que te vea un profesional.

¡¡FELIZ DÍA!!


Fotos de Element5 Digital e IMR.


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