Givenchy recrea un paisaje bucólico en su colección de primavera

Cuando abrí por primera vez los estuches de la colección de Givenchy para esta primavera, Instant Bucolique, antes siquiera de leer el dossier de prensa, pensé en los campos de amapolas de Argenteuil llevados al lienzo magistralmente por el gran Monet y las escenas puntillistas de Seurat. Me apasiona el impresionismo y las corrientes pictóricas que le siguieron, tanto como me ha fascinado esta colección, que bebe del clásico buen gusto de Givenchy con un punto original y diferente.

Le Prisme Visage Bucolique son unos polvos compactos en tonos melocotón, rosas, verdes, lavanda, morado... sin embargo, ninguno de estos tonos se aprecia una vez aplicado, el resultado es un polvo finísimo, satinado, que puede usarse con una brocha grande para fijar la base de maquillaje aportando muchísima luz al rostro o sobre puntos clave como pómulos, bajo el hueso de la ceja, nariz... a modo de iluminador.

No sé si podéis apreciar el acabado en la piel, pues es discreto pero os aseguro que se nota, yo lo utilizo sobre todo en esos días que necesito tener buena cara o disimular signos de cansancio. El formato de las polveras, tanto de los coloretes como de los polvos que os muestro a continuación, es comodísimo, incorporan espejo y en un compartimento deslizante, una brochita súper suave que nos saca de un apuro. (52 €)

Los coloretes de esta colección son una maravilla, casi da pena usarlos, sobre una base beige-melocotón, el polvo aparece salpicado por motitas de color rosa o rojo, que al mezclarse consiguen un tono de rubor muy natural y favorecedor para cualquier tipo de piel, ya que son muy modulables. El nº1, Bucolic Rose es un rosa pastel que se puede intensificar aplicando más cantidad. Yo lo he difuminado mucho para que vierais el tono tan natural que se consigue, pero si vuestra piel es más morena que la mía, basta con tomar más cantidad, al contrario de lo que pueda parecer, son bastante pigmentados. (45 €)

Pero sin duda, mi favorito es el nº2, Bucolic Poppy, un tono rojizo precioso y súper favorecedor que yo, personalmente, estoy utilizando a diario, ya que me gusta mucho el efecto sonrojado que le da a las mejillas, como si me ruborizara de verdad pero mucho mejor, porque no hace falta pasar ningún agobio, eso sí, cuidado con pasarse, porque a ninguna nos gusta parecer una muñeca pepona. (45 €)

Y para terminar con los productos que yo he probado de la colección, no podía faltar un esmalte de uñas, en este caso Vernis Please (nº177, Bucolic Poppy) un rojo amapola intenso, que sólo con una capa resulta muy cubriente, aunque a mi siempre me gusta aplicar dos. Me dura más de una semana intacto con prebase y top coat y se ha convertido en uno de mis rojos favoritos, lo cual no es demasiado fácil teniendo en cuenta mi colección de esmaltes rojos que os enseñé en este post. (18 €)

La colección se completa con una paleta de sombras Le Prisme Yeux Quatuor (Bucolic Blossoms nº79) con los tonos de moda de la temporada: lavanda y verde agua, pero también rosa y marrón, que permite un sinfín de posibilidades (50,50 €); un pintalabios Rouge Interdit (Bucolic Poppy nº 54) del mismo rojo amapola profundo que el esmalte de uñas (29 €) y un brillo de labios a conjunto, Gloss Interdit (Bucolic Poppy nº32) (26,50 €).

¿Qué os ha parecido esta colección? Con estos días casi de primavera-verano en pleno marzo, esta estación se nota cada vez más cerca. Si queréis ver otras colecciones de primavera podéis hacer click aquí. ¿Soy yo que estoy alterada por la época o este año me parecen todas preciosas? ¿Cuál es vuestra favorita?

¡¡FELIZ Y BUCÓLICO DÍA!!