L'Eau d'Issey Florale: Viaje al centro de la rosa

¿Os podéis creer que hace ya 19 años que vio la luz la mítica Eau d'Issey? Su diseño minimalista y su fragancia diferente, inspirada en la naturaleza y con la que quería reproducir el olor de "una gota de agua sobre el cuerpo de una mujer", cautivó a todo tipo de mujeres. Yo fui una de ellas. Reconozco que sentía una atracción irrefrenable por este perfume, no sabía por qué, pero cada vez que lo olía en una perfumería sentía que me identificaba con él. Sin embargo, mi madre no pensaba lo mismo, no le convencía. No paré de dar la lata hasta que, por fin, los Reyes Magos me lo regalaron. Si no fuera por ellos...

Por eso me hizo especial ilusión acudir, junto a otras bloggers, a la presentación de lo último del creador japonés, que tuvo lugar en la floristería Casa Florida un lugar único y perfecto para hablar de perfume y emoción. Mientras que el frescor de las rosas, lirios, orquídeas y otras flores, se respiraba en el ambiente, nosotras, copa de Moët Chandon Brut Imperial Rosé en mano, nos disponíamos a sumergirnos en el mundo de Issey Miyake. ¡Mirad qué bonito estaba todo!



La encargada de introducirnos de nuevo en el universo Miyake fue Esperanza Pintado, de BPI. Y digo de nuevo porque muchas ya tuvimos la oportunidad de quedarnos boquiabiertas con sus explicaciones en el Taller de Fragancias de la primera Beauty Party. Si la fragancia clásica de Miyake buscaba recrear el aroma de "una gota de agua sobre el cuerpo de una mujer", con L'Eau d'Issey Florale, el diseñador ha querido plasmar la sensación que produce "la caricia de un pétalo en la piel la mujer", el pétalo de una rosa que está floreciendo, húmeda, con gotas de rocío, aún "crujiente", con ese olor a tierra mojada, a limpio, a tienda de flores... Para Esperanza, la mejor forma de definir el aroma de Florale es "como zambullirse en el centro de una rosa que acaba de nacer".



Nadie más que el sevillano afincado en Suiza, Alberto Morillas, podía ser el responsable de crear este perfume que combina sencillez y elegancia, sin duda uno de los mejores "narices" del mundo. Para conseguirlo se han utilizado como ingredientes principales la rosa rosada de Bulgaria y la flor del lirio blanco, acompañadas por unas notas casi imperceptibles de mandarina, que le dan un toque chispeante, y madera blanca, que le aporta calidez y constituye ese sello 100% Miyake que distingue a sus creaciones.



Claro que no todas las rosas huelen, según nos explicó Beatriz, dueña de Casa Florida, precisamente las rosas cultivadas no tienen olor, pero duran más. Y es que no se puede tener todo. Por eso en las fotos nos podéis ver a la propia Beatriz, Inma de Beautyvictim y a mi, oliendo rosas de jardín, de las que sí huelen de verdad. ¿Su inconveniente? Que tienen espinas y su vida es casi efímera.

Si algo me gusta de L'Eau d'Issey Florale es que es el perfume que más fielmente reproduce el olor de una de esas rosas antiguas, ni siquiera el de las que olimos el la presentación, sino otro que resulta inconfundible para mi, el de las rosas centenarias del jardín de la casa familiar en Asturias. Ojalá pudierais olerla para daros cuenta del parecido. La foto que veis bajo estas líneas fue tomada durante el verano de 2005. Jamás en mi vida me he encontrado con rosas que desprendieran ese aroma tan intenso.



Esta experiencia olfativa previa me sirvió para apreciar el procedimiento utilizado para obtener los extractos de rosa fresca, Firmat, método exclusivo de Firmenich que sólo se puede aplicar a la rosa, el lirio y el jazmín y que consigue preservar las características olfativas más nobles de la flor.



L'Eau d'Issey Florale fue la excusa perfecta para celebrar la llegada de la primavera. Aquí me podéis ver con Eva, de Confusión en Madrid y Alexandra, de Branca in Madrid. Esperanza Pintado estaba guapísima con un plaid fucsia de Issey Miyake que acaparó todas las miradas y yo me busqué unas azafatas de excepción para mostrar estas tres versiones del perfume: Alexandra, de Branca in Madrid; Reich, de Glitter & Girls y Nyna, de Make up Nyna.



La famosa y, revolucionaria en una época en la que triunfaban las fragancias voluptuosas y sofisticadas, Eau d'Issey se tiñe de rosa, subrayando, aún más si cabe, la femineidad de la mujer, una mujer que ya se sintió atraída por la fragancia original y busca un aire nuevo, una mujer que sigue siendo moderna, culta, curiosa, optimista, alegre, que busca sentirse bien, que busca la armonía activamente, a la que le gusta vivir, sentir, se atreve con todo y que persigue la felicidad. ¿Alguna de vosotras se siente identificada?

Todos estos días he disfrutado, cuando caminaba por la calle, pensando que nadie más podía llevar este perfume ¿No os encanta que os pregunten cuál es el perfume que lleváis puesto? A mi me resulta muy halagador y odio cuando alguien lo identifica a la primera. Claro, que no sería justo que el resto del mundo se perdiera un aroma como este y he de deciros que si se os ha despertado la curiosidad por olerlo, ya podéis encontrar L'Eau d'Issey Florale en las perfumerías.

¿Os gustan los perfumes florales? ¿Cuáles son vuestros favoritos? ¡Muchas gracias por leer y comentar!